(...) Y cuando hubo salido de la ciudad, vio a un joven que lloraba sentado en el borde del camino.
Y se acercó a él y le tocó los largos bucles del cabello y le dijo:
-¿Por qué lloras?
Y alzó el joven la mirada y le reconoció y respondió:
-Estaba muerto y me resucitaste de entre los muertos. ¿Qué otra cosa iba a hacer más que llorar?
-Oscar Wilde
1 comentario:
Cabrón.
Saludos Victoria...
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