martes, marzo 31

Te odio.

Siempre he pensado que los cuentos cortos no valen la pena (como tú) es como cuando sale el sol y se cruza una nube, y cae la lluvia y a ti, el que no sale con paraguas (por idiota), te deja empapado. Los cuentos cortos son para finales abruptos e ideas sencillas, los cuentos cortos son para ti y para mi (pero tú te quedabas más corto) porque fuimos un instante y dejamos de ser. Eres (el tonto más grande) y eras (un autentico imbécil) nunca me interesaron tus cuentos (escribías horrible bombón) ahora que te odio los quemé junto a mi libro de matemáticas y un montón de otras mierdas (como tú), también debí quemarte pero el combustible no es barato. Igual, vas a morir de una combustión espontánea (siempre te inmolabas a eso de las tres) y ojala desaparezcas y no te vuelva a ver más. Compraré el diario y tacharé tu obituario con todas las palabras obscenas que me enseñaste (esas que me decías con tanto amor), sacaré la hoja y se la daré al perro para que se la coma, y luego mataré al perro y lo arrojaré al canal de aguas sucias (ese donde vivías, o debiste vivir). Maldito, quiero mucho al perro pero quemaré todos tu obituarios, iré a tu tumba a marchitar tus flores, a tachar tu nombre y poner imbécil en tu lápida. Iré a tu departamento a robarte tus libros (era lo único que valía la pena de ti) y esas películas que me comprabas como idiota pensando que me gustarían (y sí, me gustaban) luego lo destruiré todo y lanzaré tu estúpido televisor por la ventana (por el que veías fox sports todo el día) y chocaré tu carro (el cacharro con el que te jurabas fórmula uno) por todos lados, lo rayaré entero y lo abandonaré en el desierto para que se derrita como tu recuerdo y luego cuando no quedé nada…
Correré a buscarte y te pediré perdón por la tardanza.
“Te espero todo lo que quieras, mi amor” me dirías. Y así comenzamos otro día igual al de hoy, igual al de ayer, igual que mañana. Caminando juntos mientras yo olvido poco a poco que te odio.

domingo, marzo 29

Ah, no dije nada. Es que me atacan los fantasmas del pasado esos que te persiguen toda la vida y por mucho que corras siempre te van a alcanzar.
Siempre, porque son inmortales.
Y me pongo como tímida, y no es tímida es que se me va el habla porque me gusta pensarlo todo antes y saber las cosas de antemano.
Me asustan las sorpresas. Como muchas otras cosas.
Y soy tan cobarde.

Maldita sea.

jueves, marzo 26

Delirium tremens: pesadilla asociada a los estados de agonía.