lunes, agosto 31

No puedo creer que se me escape el tiempo de las manos.

domingo, agosto 23

Mentira.

...y acá es cuando uno llega a este estado donde no se sabe quién te dice la verdad y quién te miente.
La honestidad, como todos los ideales son inalcanzables, siempre que conozco a alguien que me dice ser honesto le digo que está mintiendo, porque todos mienten, todos se mienten, todos te mienten, porque tenemos miedo de ser originales ¿qué pasa si me ven como en verdad soy? la gente más honesta es también la gente más repugnante porque no temen ocultar que lo son.
Yo no conozco a nadie honesto, ni siquiera a mi, si no mintiera seguramente habrían los que me tendrían miedo, los que me mirarían con reproche, los que me admirarían por ser quién soy. Yo no conozco a nadie sincero (sincero siempre, no cuando se le de la gana, cuando le conviene).
Si todos fueramos sinceros, nos miraríamos como monstruos. Si todos fueramos sinceros no podríamos mirarnos a la cara.
Si todos fueramos sinceros, nos odiaríamos, todos.
Está bien, todos mienten, pero no todos son hipócritas, también he conocido gente hipócrita, a veces también he sido hipócrita pero me cuido de hacerlo lo menos posible.

A veces me gustaría ser telépata o un detector de mentiras para saber la verdad, pero debe ser doloroso, en el fondo nadie quiere ser sincero...o que le sean sincero, porque duele.

No, no estoy enojada, a pesar de las negritas resaltantes, solo me duele un poco el corazón (si solo pudiera sacármelo un rato) y me gustaría que no hubiera tanta hipocresía en el mundo, osea, cosas sin importancia.

sábado, agosto 22

Nada es para siempre.

lunes, agosto 17



Se revolcaba entre las flores marchitas esperando el milagro que las reviviera el cual como todos los milagros no llegó nunca. Y lloraba, desolada, esperando que sus lágrimas como torrentes de vida resucitaran a sus plantas, pero seguían muertas. Y su madre le repetía incansablemente:

-No se puede volver de la muerte mijita. Ni las flores ni tu abuelita volverán, déjalas que se vayan con ella.
-No.-respondía pero dejaba de llorar y se quedaba sentada con gesto serio esperando para ver si alguna de esas hermosas florecillas revivía y pensaba, pensaba que sí las flores de la abuelita se habían muerto de pena ¿qué hacía ella ahí?

¿Por qué su corazón seguía dando saltitos alegres en su pecho en medio de ese lecho de flores marchitas?

domingo, agosto 16

Es triste no poder escribir. Es triste porque me produce cierta incertidumbre ¿por qué no escribo? me respondo "porque tengo mucho que hacer" pero me parece una excusa barata.
Podría seguir escribiendo sin embargo yo...

Pienso que quizás tengo miedo de lo que pueda escribir (miedo, siempre miedo) miedo de que las palabras se me escapen y diga cosas que no quiero.Porque las palabras son viles y matan. Porque las palabras son bellas y resucitan.

En verdad no sé, pero quiero superarlo, quiero volver a escribir pero las palabras se me atragantan, y pienso "estoy perdiendo mi tiempo" como si fuera arrastrada por la masa gris de los in-humanos que quieren que haga sólo cosas útiles. Y eso me asusta más.

Ahora escribo porque evito trabajar y me siento un poco más liberada, más trasgresora, más rebelde, menos gris, menos in-humana, más yo.

Pero no tengo tiempo -repito mirando mi reloj- inhumanizarse un rato es necesario para sobrevivir acá.

jueves, agosto 6

Tú, Malinche.
No me harás daño.
Nunca, nunca más.

lunes, agosto 3

"Soy buena persona, pero mal escritor;Soy buena persona, pero no cuando escribo."

-Jaime Bayly, El canalla sentimental.