El fin.

Fue el fin, ayer a las 5 y algo, yo estaba en mi casa, tuve que llegar en metro por que la tía del furgón me dejó botada, ese día pensé yo 'parece que no ando con suerte' y eso mismo pensé cuando llegue al metro y descubrí que no andaba con el pase, menos mal que tenía la plata justa para el boleto.

Comí unos nuggets y algo mas, no sé que, no me acuerdo.
A todo esto, no estoy en mi computador, estoy en el trabajo de mi papá, nos tuvimos que venir por que debe hacer algo y lo acompañé. De ayer que no quiero ni prenderlo.

Ella murió, Lidia, mia abuelita Lila, murió, aun no puedo aceptarlo.
Ayer lloré todo el maldito día, sé que ella está mejor, pero soy egoísta, como todo ser humano y no puedo parar de preguntarme ¿por qué?, por que me la quitaste, dios, si existes, ¡por que demonios! ella era muy católica, ella fue una gran mujer y no entiendo por que tuvo que hacerle eso. Solo ayer puse que agonizaba, tanto dolor ¡¿por que?! no entiendo, no logro asimilarlo.

Nunca mas podré ver sus ojos tan lindos, nunca mas dirá 'y esta es mi lola', nunca mas. Nunca mas, me lo repito hasta ahora, nunca mas.

Duele, duele mucho, hoy lloré menos que ayer y mas que mañana, pero ayer fue horrible, todo estaba triste, hasta el cielo lloraba por que ella ya no está, ayer me lo dijo mi abuela cuando estaba en el auto y yo lloré y grité 'no no no' y ella trató de de calmarme pero lloré, y cuando vi a mi mamá lloré, cuando vi a mi tía lloré, todos estaban tristes, parecía un mar de lágrimas.

Cuando la vi, parecía dormida, ahí en el ataúd tranquila, durmiendo, yo le dije que despertara pero no lo hizo, ella estaba con un rosario que le hice yo...

Hoy estoy mejor, creo que es el fin de un ciclo, o el final de un libro, de una vida, creo que...quizás es mejor, que ella este durmiendo así no sufre, pero yo no dejo de sufrir de pensar que no estará jamás. Creo que es el final de 'ella' pero yo sigo aquí, así es la vida, aunque creo...
Creo que ayer morí también digo, algo dentro de mi murió, un pedazo de mi corazón murió ayer, se me rompió el corazón y me pareció escuchar hasta el crack mientras lloraba.

La extrañaré y no la olvidaré nunca, me reconforto un poquito en saber que ella se fue sabiendo que yo la amaba...pero me siento impotente, por que no pude hacer nada mas que eso.

y...los milagros no existen, todos rogaron por uno, y no ocurrió, nunca ocurren.

Parece que es un adiós a ella, me despido, ojalá este mejor esté donde esté, ojalá sea feliz y ojalá pueda tener la fuerza para pasar esto, por que mi mamá me necesita, ayer estaba muy mal, y...yo debo ser fuerte por ella, la ayudaré.

adiós abuelita Lila, la amo y la amaré siempre.

Agonía

Odio esa palabra, la odio con todo mi ser, odio el dolor, y en resumen odio al destino por ser cruel, odio a dios por ser tan limitado, odio los milagros por que no ocurren nunca.

Si, ella está agonizando.
No escucha, no puedo volver a decirle que la amo.
Agoniza y dios o quien sea quiere arrevatarmela.
Quiere que ella sufra.
Cuando ella no hizo nada mas en la vida que ser una buena persona, ella crió hijos que no eran suyos, ella rezaba, ella tejía, ahora no puede hacer nada, está postrada, y el cancer terminal acaba con ella.
¿Por que? por que tiene que sufrir, te juro dios y estoy en guerra contigo, que no puedes hacerle esto ¡deja que pague yo! dale un poquito de mi vida, que lo haría solo por ver sus ojos abiertos, por decirle que la amo.

Mi madre parte a verla, yo debo esperar a mi hermana, cuando llegue, saldré pero tengo miedo, tirito, estoy horriblemente asustada por que empeoró, me pase todo el día tratando de distraerme pero no podía evitar mirar nerviosa mi celular esperando una llamada terrible, estoy nerviosa, estoy horriblemente asustada.

Odio las esperas, odio esperar.

Inédito relato de Wilde

El poeta en el infierno

Entre toda la espléndida compañía que puede hallarse en el Infierno, de amantes y queridas, de hombres de ciencia y poetas, entre los incesantes movimientos de los cuerpos de los condenados, que giran y se agitan para librarse del tormento de sus almas, una mujer estaba sentada a solas y sonreía. Tenía el aire de quien escucha, la cabeza siempre erguida y los ojos alzados, como si una voz la llamase desde arriba.
-¿Quién es esa mujer, la de los suaves miembros de marfil y el largo cabello que cae sobre sus hombros? -preguntó un recién llegado, impactado por la rara belleza de su rostro y por su expresión enigmática-. ¿Por qué es la única alma cuyos ojos miran hacia arriba?
Aún no había terminado de hablar cuando un hombre se apresuró a responderle; llevaba en la mano una corona de hojas marchitas.
-Dicen que en la tierra era una gran cantante -le explicó al recién llegado-, cuya voz era como estrellas cayendo de un cielo despejado. Cuando la muerte se la llevó, Dios tomó su voz y la elevó hasta los ecos eternos de las esferas, pues le parecía una voz demasiado hermosa para dejarla morir. Y ahora ella la reconoce al oírla y, recordando que alguna vez fue suya, comparte con Dios el placer de escucharla. Pero no le menciones nada, ya que ella se cree en el Cielo.
Cuando el hombre que llevaba la guirnalda de hojas secas calló y se retiró, otro se acercó al recién llegado y le dijo:
-No, ésa no es la historia. Es ésta: un poeta, en la tierra, escribió una canción sobre su belleza para que el nombre de ella quedara esposado a sus versos, y sus versos aún viven en los labios de los hombres. Y ahora, aquí en el Infierno, ella eleva su cabeza y puede oír cómo las alabanzas de él resuenan donde quiera que se habla cualquier idioma. Ésa es su verdadera historia.
-¿Y el poeta? -preguntó el recién llegado-. ¿Ella lo amaba también?
-Lo amaba tan poco -respondió el otro- que aquí en el Infierno se lo encuentra a diario y no reconoce su rostro.
-¿Y él?
El otro respondió riendo:
-Fue él quien te contó esa historia sobre su voz. En el Infierno sigue contando las mismas mentiras sobre ella que cuando estaba vivo.

Avientame.

Abrazame y muerdeme
llevate contigo mis heridas
avientame y dejame
mientras yo contemplo tu partida
en espera de que vuelvas
y tal vez vuelvas por mi

Y ya te vas que me diras
diras que poco sabes tu decir
despidete ya no estaras
almenos ten conmigo esa bondad
te extrañare no mentire
me duele que no estes
y tu te vas

Amarrame y muerdeme
llevate contigo mis heridas
murmurame y ladrame
y grita hasta que ya no escuche nada
solo ve como me quedo aqui esperando que no estes
en espera de que vuelvas
y tal vez vuelvas por mi
en espera de que vuelvas
y tal vez vuelvas por mi



Amo esa canción.

ah

el día en el que me abandonen esas terribles ganas de llorar
el día en el que desaparezca el nudo en mi garganta
el día en el que por 24 horas que sean me sienta realmente bien.

seré totalmente feliz.

pero tengo un historial psiquiatrico, debo tomar pastillas, no es algo que yo pueda elegir.
¡me encantaría que parara!
pero no entiendo, quizás es solo un mal presentimiento pero tengo verdaderas ganas de llorar ahora, lamentablemente no pudo hacerlo, si lloro mi madre lloraria denuevo, y me haría esa molesta pregunta ¿por que lloras?

¡¿Acaso siempre se necesita una razón?!

aveces solamente no la tengo, o puede que si, no se como está la luna hoy día, quizás me siento mal por que mi abuela está mucho peor hoy, quizás sea miedo, no tengo idea.

pero no puedo llorar realmente que no.

Siento.

Es raro pero siento que mi corazón late con más fuerza, por que lo siento.
¿Se sienten los latidos del corazón?
A mi me parece raro pero me quedo quieta y siento como palpita como loco ¿será una taquicardia?

¿O...sera que estoy sintiendo algo?