domingo, agosto 10

Campos de flores.




Sigo acordandome de cosas importantes pero sin importancia.
Hoy cuando fui al cementerio pasé por un territorio conocido, al principio no me dí cuenta, luego lo reconocí, allí tiempo atrás había un campo de flores.
El flashback me atacó de repente.


Era el campo con mas flores que había visto en mi vida, ibamos por un camino cuando yo hice el comentario de las flores hermosas, mi papá detuvo el auto y nos bajamos a ver.
Era una niña pequeña, andaba con mis cachitos largos por que yo quería ser una sailor moon, andaba con unos pantalones y una polera linda y liviana.
Corrí hacia el campo y haciendo caso omiso a mi padre que me seguía, corrí, corrí entre las flores de colores vivos, rojo, amarillo, morado, corrí y dí vueltas para tirarme en el paso riendo.
El campo estaba radiante, la niña estaba radiante, daba vueltas, giraba y disfrutaba del día hermoso, era pura alegría.
Si existe la felicidad creo que debe ser algo parecido a eso.

Claro, también tuvo su lado amargo, cuando corría una no notó una abeja malvada que se metió en su pantalón.
¡Dios fue horrible!
Sentí el bicho moverse pero no salía de mis pantalones, deseperada me moví pero la abeja...me mordió.
Recuerdo el dolor y el grito que pegué.
Era una chaqueta amarilla de esas que muerden y no pican, me había sacado un pedazo y ¡rayos que dolía!
El resultado fue...una niña llorando de vuelta a casa.



Ahora que lo pienso, fue un buen día, a pesar de lo de la abeja.
Hubo alegría y dolor.
Creo ahora que hubo vida en ese día.

La vida es agridulce, pensé cuando veniamos de vuelta en el auto.

No hay comentarios: