jueves, octubre 8


Me gustaría sentarme al lado de la ventana…
En séptimo me sentaba al lado de la ventana y siempre se veían cosas increíbles desde allí.
Una vez vi un delfin volador (cre-e-lo)
Ahora estoy un poco más lejos pero sigo viéndola, la ventana de mi salón tiene los barrotes corridos y no sé porque eso me causa tanta gracia.
Es como amorfa, es como de una casa de locos.
Me gusta esa ventana porque veo el cielo a través de las defensas de locos y se ve siempre la cordillera y los techos, a veces pasan pájaros pero yo espero ver sólo a un pájaro especial.
A veces me quedo mirando y sé que hay alguien que también está mirando conmigo. Y sonrío.

Porque es bonito, la vista, mirar por la ventana.

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