domingo, diciembre 6

He cerrado mi balcón
porque no quiero oír el llanto,
pero por detrás de los muros
no se oye otra cosa que el llanto.

Hay muy pocos ángeles que canten,
hay muy pocos perros que ladren,
mil violines caben en la palma de mi mano,

Pero el llanto es un perro inmenso,
el llanto es un ángel inmenso,
el llanto es un violín inmenso,
las lágrimas amordazadas al viento,
y no se oye otra cosa que el llanto.


( Lloraría toda la noche por la muerte de Federico García Lorca, toda la noche. )

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