lunes, febrero 8



Mi tata era un hombre grande (el más grande de todos), es la persona más sencilla que conocí, no era muy bueno hablando (el decía 'la calore' y a mi me gustaba) no era muy expresivo y era harto gruñon pero expresaba más que nadie, entregaba más amor que nadie y era más simpático que nadie.
Era un grande mi tata pero estaba sufriendo y finalmente se fue. Yo sé que esrá bien, mucho mejor que acá pero...

es que cuando pienso que ya no está acá, cuando recuerdo cómo era y luego lo recuerdo en el ataúd se me hace un abismo en el tiempo y en el pecho que me traga entera y me siento perdida porque....todavía no me entra en la cabeza, pero de a poco, de a poco...

2 comentarios:

la orquesta ácrata dijo...

Estas cosas suelen ser terribles y luego pasan y luego vuelven y al final te das cuenta que nunca se van sino que pasan a conformar parte de tu actuar.
u.u

Te quiero, Gurú.

Ruido dijo...

i like it, and its true, and its sad