domingo, diciembre 28

El suicidio.

Un día de estos moriré, no será ni hoy ni mañana ni pasado (aunque puede que si) pero moriré de hipotermia, de calortermia, de una gripe, de un cangrejo del horóscopo, de un bananazo en la cabeza, de lo que sea moriré. Y teniendo esa certeza me gustaría que moriré letalmente sin dolor o que el dolor será momentaneo o que no me daré cuenta (por eso yo creo que en vez de quedar vegetal es mejor morirse de una vez, oh si, morirse). A veces me da curiosidad y pienso como será morirse y a veces cuando me pongo a pensar en eso pienso como será suicidarse (si, matarse) porque yo no podría porque no soy lo suficientemente cobarde para huir de la vida o lo suficientemente valiente como para decidir quitármela, así que no podría.
Una vez una tía dijo 'Los que se suicidan no van al cielo' y yo pensé que en realidad nadie se va al cielo, o todos nos vamos o todos nos vamos al infierno pero nos vamos todos, porque el que esté libre de pecado que tire la primera piedra y si alguien la tiró ¡qué mentiroso! Así que no le creo nada, y al diablo con el catolicismo (risas por eso) que si hay gente que puede decidir pues que lo hagan.
Y eso con el suicidio...

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