Café literario

Oh, hoy fui para allá y me avergüenza decir que no fue por razones estrictamente literarias sino por un motivo más bizarro y estúpido. De todas formas no habría ido a leer, es terrible ese Café Literario tiene un ambiente tan intelectualoide que lo espanta a uno, de verdad. Puede que haya leído a Freud, a Nietszhe, a Huxley, a Wilde, a Shakespeare, a Orwell, a Dickens y un etecé de autores pero entrar ahí es ciertamente intimidante. Es que se respira un ambiente de personas distintas, es como un choque, yo puedo entrar a esa categoria pero no me agrada, siempre hay gente tomando un jugo que te cuesta el doble que en otro lugar, el doble o triple en dinero que podrías gastar ayudando a la Teletón ¿no? o a cualquier otra causa, sin embargo se sientan allí a hablar, de arte, de música, de economía, de gente, que sé yo, y se sientan de tal forma y se visten de tal forma es decir es gente casi exactamente igual, luego ves por la vidriera y están todos con su notebook o su macbook, arreglando un negocio, hablando con alguna amiga de EEUU, recibiendo los últimos mails, trabajando con un café, leyendo un libro de política o el diario, y todos en lo suyo pero todos como iguales aunque distintos ¿se entiende? y para que hablar del segundo piso ¡¿como se puede leer ahí?! entras y la gente como que te evalua ¿que hace una estudiante aquí?, y terminan trabajos en su notebook, leen interesantísimos libros, hacen resumenes, y no sé, es un ambiente como pesado me da la impresión de que si encontrase a alguien leyendo algo interesante no podría comentarle sobre el libro o me miraría de forma extraña y me ignoraría o se reiría de pura incredulidad. Todo porque le ven a uno cara de inculta, de distinta, de estudiante nada mas que no tiene su mismo horizonte intelectual, pues bien yo pienso que quizás sé muchas más cosas que todos ellos juntos.
Es un lugar extraño el café literario, por momentos se me hace agradable el que exista un lugar donde poder leer pero se está uno siempre preguntando que debe hacer o que no y me siento incómoda, pero tienen buenos libros, hay que decirlo, quizás me haga socia, no sé, es tan especial ese lugar, no podría adaptarme bien a el, pero se le podría agarrar un gusto.

Lo que es hoy si puedo elegir entre leer un libro dentro o fuera de el, prefiero fuera, acostada en al parque.